(Si tu caso ya se encuentre en Templaris, puedes preguntar por este servivio)
La reestructuración de una deuda significa redefinir los términos de pago de un crédito bancario cuando la persona ha caído en morosidad.
Las entidades bancarias acceden a estos mecanismos usualmente, pues, es una forma de evitar que el impago se extienda y recuperar el dinero que han prestado.
Cada entidad financiera puede establecer sus propias reglas para la renegociación de una deuda, en función, por cierto, del perfil del cliente; es decir, el monto de la deuda, antigüedad del cliente en el banco y morosidades previas.
Puede ser más flexible con quien incurre en este tipo de faltas por primera vez o menos con quien mantiene un comportamiento reiterado.
Los mecanismos que puede ofrecer para la reestructuración pueden ser:
- Recalcular las cuotas.
- Aplazar (por muy poco tiempo) el siguiente pago.
- Eliminar el importe por una penalidad.
- Alargar la duración del crédito.
Si has caído en impago recientemente con tu banco, es recomendable que negocies prontamente con él y llegues a un acuerdo pronto. Es decir, que te acojas a alguno de estos beneficios.
Si no te consideras con la destreza para negociar y estás recibiendo las llamadas de una empresa de cobranza, indaga si esta te puede ayudar a negociar.
Algunas de estas empresas pueden acceder a intermediar por ti, sin ningún costo adicional, pues, les conviene que se llegue a una sana resolución del caso. Además, su conocimiento (de años) del banco les permite trazar vías de reestructuración válidas y efectivas.
Si tu deuda fue vendida por el banco
Ahora bien, cuando el crédito ha durado mucho tiempo sin pagarse o reestructurarse, hablamos de lapsos que pueden ser de seis meses en adelante, los bancos suelen vender esos préstamos a empresas especializadas.
Es la forma de recuperar parte de su capital y evitar números rojos en sus balances. Son operaciones totalmente regulares y legales en la banca internacional.
Templaris es una de las organizaciones que se dedica a la compra de estos compromisos en el país. Pero, a diferencia de los bancos, ofrece condiciones más flexibles que los bancos.
Este producto se llama refinanciamiento o reenganche y consiste en, mediante contrato, dar por saldado el préstamo bancario anterior y abrir, inmediatamente, uno nuevo en condiciones flexibles que realmente faciliten su pago.
La primera es que se establecen cuotas ajustadas a la realidad económica de los clientes. No se parte de cuotas estandarizadas, sino que se entrevista al cliente para conocer sus posibilidades.
También se permite saldar parte de la deuda con bienes que sean susceptibles de ser vendidos, esto es, estar en buen estado y ser atractivos para potenciales compradores.
La tasa de interés del refinanciamiento es muy atractiva en comparación con el mercado bancario tradicional.
Los lapsos que se establecen para el nuevo crédito se ajustan también a las necesidades y realidades de los clientes. En la experiencia del producto hay quienes requieren un lapso más dilatado, mientras que otros aprovechan el atractivo de la tasa de interés y saldan con más rapidez.
El registro de la deuda anterior
Una de las grandes diferencias entre la reestructuración y el programa de refinanciamiento de Templaris reside en lo que ocurre con el registro de la primera deuda.
Con los bancos, esta deuda, aunque ya esté saldada, aparecerá reflejada en los burós de crédito del país por un máximo de cuatro años.
Con el refinanciamiento de Templaris, en cambio, desde que se firma el contrato se ordena eliminar su registro por completo a todos los burós en República Dominicana.
Por consiguiente, esa vieja deuda ya nunca más será identificada dentro del sistema bancario dominicano.
Si tu deuda bancaria original fue vendida a Templaris, tienes, en la práctica, una condición privilegiada para salir de tu endeudamiento de manera más flexible y humana. Comunícate para conseguir más detalles.