¿Un nuevo acreedor puede iniciar un proceso judicial en mi contra?

¿Un nuevo acreedor puede iniciar un proceso judicial en mi contra?

Es posible que tu préstamo en mora, en mora por mucho tiempo, haya sido objeto de reclamos del banco. Llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto. Pero luego de un buen tiempo no volvieron a comunicarse. De pronto, unos meses después, incluso unos años después, te llama otra organización para cobrar. 

¿Esa organización puede cobrarte? Si compró tu deuda al banco, sí puede hacerlo. ¿Qué pasa si no pago? Hay tres escenarios: 

  • Tu impago se sigue reflejado en los burós de crédito. 
  • La organización está en todo el derecho de seguir reclamándote el pago. 
  • El impago prolongado puede generarte un problema legal. 

Por lo general, el nuevo acreedor no comienza su acercamiento con una amenaza de cobranza judicial. Lo más común es que plantee un acuerdo de pago. Este variará de empresa a empresa. Hay algunas que buscan un pacto flexible para el deudor con el objeto de que salde cómodamente el impago.

Lo más recomendable es aprovechar esa brecha y negociar un beneficio para pagar: 

  • Una rebaja del monto a cambio de pagar en un solo desembolso. 
  • Acuerdo en cuotas en función de la disponibilidad de liquidez.
  • El aporte de un bien como pago total o parcial.
  • Una tasa de interés menos elevada.
  • Un lapso de pago más dilatado. 
  • Una garantía prendaria. 

Como ves son varias las alternativas para que puedas responder al compromiso de manera menos costosa, menos gravosa o demandante.  

Y si no pago ¿qué?

Tu préstamo con la entidad bancaria se estableció a partir de la firma de un contrato, ¿cierto? 

Pues bien, ese contrato luego forma parte del expediente con el que el banco, tu banco, vendió tu deuda (junta a otras) a una empresa. Es decir, que legalmente ese cobro está respaldado. 

Hay que recordar algo de mucha importancia: las entidades bancarias venden los préstamos cuando los clientes se muestran renuentes a saldar. Para salir de esa gestión —que no es la base principal de su negocio—, venden ese compromiso a una empresa cuyo trabajo principal sí lo es: las agencias de cobro. 

Tienen la experiencia, el personal (jurídico y financiero) y la capacidad instalada para ejecutar cobros, incluso pasar a la cobranza judicial cuando el cliente se niega a llegar a un acuerdo, o, habiéndolo firmado, lo incumple.

De modo que pueden echar a andar el proceso de demanda judicial. Este se cumple cuando se notifica al cliente, luego se apodera a un tribunal, este conoce la causa y llama a comparecer a las partes. 

En la práctica, cuando los tribunales revisan los soportes de los contratos no demoran mucho la decisión del embargo. Y ese es justamente el peor de los riesgos de negarse a pagar. 

Se pueden embargar cuentas bancarias, con lo cual el cliente pierde el control de ellas y cualquier dinero que entre será tomado por la empresa como parte de pago. 

Negociar, siempre negociar 

Como dijimos más arriba, entre las empresas de compra de deudas hay muchos matices. Unas con un enfoque más severo que otras. En el caso de Templaris, se opera desde hace 25 años con un enfoque humano

Para hacerlo posible aplica la escucha atenta de los clientes. De ese modo puede entender su situación y elaborar una solución a la medida de su realidad económica y personal. 

En eso se distancia de las otras agencias e incluso de la mayoría de los bancos en República Dominicana: no todos los casos son iguales y, por tanto, requieren de mecanismos de conciliación diferentes. 

Para algunos será un descuento, para otros un acuerdo de pago más dilatado, mientras que a otra parte le convendrá una tasa de interés más atractiva, también los hay que prefieren abonar parte de la deuda con el ofrecimiento de un bien inmueble… en fín, son muchos los mecanismos. 

La idea de Templaris es que nadie debe ser excluido del sistema financiero por viejos inconvenientes de deudas, especialmente cuando la persona tiene el ánimo de saldar su compromiso y retomar la senda de crecimiento de sus finanzas. Si tu deuda fue adquirida por Templaris, pues, estás en buenas manos. Solo comunícate y pregunta por la asesoría financiera gratuita y el acuerdo de refinanciamiento con tu nuevo acreedor.