Levantar un negocio propio no es tarea fácil. Generalmente una misma persona es la contadora, vendedora, operaria, todo. Por otro lado, no siempre hay el mismo flujo de liquidez. Por tanto, es posible que no puedas pagar a tiempo un crédito bancario.
En esos casos es recomendable manejar el sobreendeudamiento con sabiduría, esto es: negociar con tu entidad bancaria o acreedor acuerdos de pagos.
Las entidades bancarias, compañías de cobranza y empresas compradoras de deudas se han hecho más conscientes últimamente sobre los desafíos de los pequeños empresarios.
Hoy realizan evaluaciones de perfiles más integrales, mecanismos como el factoring (pago por medio de la factura próxima de un cliente) también son alternativas para conseguir liquidez. Estas organizaciones están flexibilizando el modo en que se resuelve la morosidad.
Te presentamos a continuación cuatro escenarios para que puedas manejar tu crédito bancario en mora o castigado como pequeño empresario:
Consolidación de deuda
Es una opción viable cuando no se ha producido el retraso todavía, cuando prefiguras que el dinero no te va a dar para pagar varios créditos en proceso.
En el caso del emprendedor es común, por cierto, que tenga varios créditos en marcha, unos del negocio y otros personales, o varios personales.
Una consolidación te permitiría pagar menos al mes por el conjunto de tus deudas. Y te quedaría un dinero con el que podrías ahorrar o destinar a la productividad de tu negocio.
Hay que recordar que la consolidación suele extender el lapso del pago del crédito. Es posible, entonces, que al sumar las cuotas sea más caro que si hubieras pagado cada una de las deudas por separado. No obstante, esto pudiera ser preferible antes que el sobreendeudamiento.
Acuerdo de pago en pocas cuotas
Es un mecanismo que aplica cuando ya has caído en morosidad. Se trata de negociar con el banco para ponerse al día a través de un acuerdo que va de entre tres a cinco cuotas o pagos mensuales.
No se trata de un tiempo muy prolongado, pero te da una brecha para ponerte al día de manera menos drástica que haciendo un solo pago.
Este tipo de trato se puede hacer directamente con el banco o por medio de los profesionales de la compañía de cobro.
En este último caso es recomendable plantear toda la situación de tu endeudamiento, los esfuerzos que hace por ordenar tus finanzas y tus planes para responder al crédito en mora o castigado.
Estos profesionales tienen un conocimiento de los mecanismos de negociación de los bancos, de modo que podrían interceder por ti para conseguir un acuerdo en pocas cuotas.
Recurrir a una garantía
Cuando los endeudamientos son elevados o cuando has pasado mucho tiempo en impago, se suele complicar un acuerdo de pago. Pero no quiere decir que las puertas se cerraron.
En esos casos el banco o la empresa que compró tu deuda a la entidad financiera pueden pedir una garantía, con lo cual accederían a un acuerdo a un refinanciamiento.
Maquinaria o productos, en especial para las empresas de compra de deudas, pueden ser garantías válidas, entre otras muchas.
Refinanciamiento
Se trata de una opción que puede darte la empresa que compró tu deuda al banco. Consiste en dar por cerrado el viejo préstamo en mora, notificarlo como saldado al buró de crédito y abrir uno nuevo en condiciones más flexibles. No todas las empresas del ramo lo ofrecen, pero puedes preguntar por este mecanismo, ya que es de los más efectivos para recuperar credibilidad en el sistema financiero y, sobre todo, el que más flexibilidades tiene: tasa de interés competitiva, cuotas escalonadas, pago parcial con bienes o productos, lapsos más extendidos para el pago, entre otros mecanismos de negociación.