La posibilidad de perder tu casa es real. El incumplimiento de los créditos hipotecarios en República Dominicana puede llevarte a un proceso legal peligroso para tu patrimonio.
Algunas personas sostienen la creencia de que los juicios son largos y engorrosos. La aplicación de sus decisiones más todavía de modo que no hay un peligro tan inminente de perder la vivienda. Falso.
Pongamos el caso de la ley 189-11 sobre el Mercado Hipotecario y el Fideicomiso. En sus artículos 153 y 154 establecen claramente que los lapsos para aplicar un embargo son realmente cortos.
Luego de un mandamiento de pago de un tribunal, hay apenas 20 días para efectuar el embargo, si el prestatario no paga al acreedor.
De modo que no es mucho el margen que se tiene para “disfrutar” de la casa luego de una sentencia.
El embargo hipotecario podría no ser la última pérdida
En algunos casos el problema no se cierra perdiendo la casa. A este hecho, suficientemente lamentable, se le puede sumar el cobro de más dinero.
Esto ocurre cuando el monto del inmueble no cubre toda la deuda que se contrajo con el banco. Hay que recordar que las reclamaciones de las deudas y los procesos judiciales pueden generar gastos al banco, uno evidente son los gastos legales.
Así que luego de perder la casa, puedes sufrir más pérdidas monetarias. Con ello queda más que demostrado que ir a un proceso en tribunales es algo que debe evitar todo cliente con crédito hipotecario.
Los problemas empiezan antes de un juicio
Cuando una persona se retrasa en las cuotas y no toma la delantera de negociar un acuerdo de pago deberá enfrentar las reclamaciones.
En este punto aparecen las llamadas y otras comunicaciones para exigir el pago. Y lo peor que se puede hacer es ignorarlas o pelear con los profesionales de cobranzas.
Esto no hará desaparecer las deudas; todo lo contrario, se irán acumulando cuotas, interés y penalidades.
Así que lo que ha podido ser un retraso accidental, pero manejable con una negociación, deviene en un problema mayúsculo para las finanzas personales y familiares.
Soluciones a los retrasos con las hipotecas
Es importante siempre contar con un fondo de emergencia, debe ser de tres a seis meses de tus gastos corrientes. En este deberían incluirse la cuota de tu hipoteca.
Si quedas sin empleo, si debes atender una emergencia de salud; pues, ese fondo te puede ayudar a no retrasarte con la hipoteca y tus otros compromisos económicos.
Si no tenías un colchón así, tampoco es que todo esté perdido. Lo principal es no evadir el compromiso. Comunícate con tu banco o habla con sinceridad a la agencia de cobranzas.
Ponlos al corriente de tus dificultades económicas y de tu liquidez actual, de esa manera te ofrecerán alguna alternativa:
- Cambio de la fecha de pago de la próxima cuota.
- Rebaja momentánea del monto de las cuotas.
- Algún ajuste en la tasa de interés.
Si llevas un buen tiempo en mora, tampoco extiendas más el silencio; habla para conseguir una solución:
- Descuento por el monto retrasado, siempre que te comprometas a pagar esa fracción en un solo pago.
- Evaluar la posibilidad de un refinanciamiento.
A los bancos no les interesa perder su dinero, así que en la práctica están tan interesados como tú en buscar una solución.
Si te da vergüenza hablar con el banco porque ha pasado mucho tiempo o ya empezó un proceso legal, recurre a la agencia de cobranza. Ella puede servir de puente de comunicación y ser la mediadora que llegue a soluciones satisfactorias para ti y para tu acreedor.
Una demora en la hipoteca es algo que se puede revertir comunicándose, llegando a acuerdos, haciendo ajustes en las finanzas y, sobre todo, cumpliendo con los pactos de pagos acordados.