Pasos para recuperarme de las deudas

Pasos para recuperarme de mis deudas. Templaris

Lo esencial que se debe hacer para salir de las deudas es asumir la morosidad y comprometerse con uno mismo. Es decir, tomar la decisión de dejar viejos hábitos y asumir nuevas acciones. El objetivo es ganar más bienestar.

Llévate del siguiente esquema para que empieces a dar los primeros pasos hacia tu recuperación.

Primer paso para salir de las deudas: reflexión

La adopción de acciones más beneficiosas puede abarcar varias etapas. La primera de ella es la reflexión.

Ocurre cuando el cliente bancario considera que debe dejar de acumular más deudas o impedir que pase más tiempo sin pagar las que ya tiene. Es la señal de que se desea hacer un cambio.

No obstante, a veces la poca información impide que esa toma de conciencia se traduzca en una acción. Por ello vale la pena informarse con su banco (o con el agente de cobranza) cuáles son las penalidades a las que se expone, pero sobre todo sobre las posibilidades de negociación para realizar el pago en mejores condiciones.

En esta etapa es importante pensar en los beneficios. Es decir, cuánto gano en tranquilidad, en salud y en oportunidades económicas si salgo de mis compromisos crediticios.

Segundo paso para salir de las deudas: preparación

En esta etapa se comienzan a plantear salidas específicas, así como metas próximas para ir mejorando la situación económica personal.

Con esto nos referimos a los elementos siguientes:

  • Evaluar tus gastos mensuales
  • Hacer recortes y eliminaciones en distintas categorías
  • Pensar en cómo generar dinero adicional
  • Vender objetos que no sean tan indispensables
  • Mudarte a un espacio con un alquiler más barato
  • Usar el transporte público ciertos días para pagar menos combustible
  • Cambiar el entrenamiento físico al aire libre por el gimnasio

No obstante, los pensamientos negativos pueden aparecer (de hecho, van a aparecer):

  • “No he ahorrado antes; no sé cómo se hace”
  • “Tendré una vida más aburrida”.
  • “No puedo hacer esto solo”
  • “No tengo suficiente para ahorrar”

Pero la realidad es que no hay impedimentos para intentar nuevas soluciones, para aprender nuevos comportamientos. Como tampoco se tiene una vida aburrida siendo más austero, es más: en la creatividad está la llave para una vida más plena.

Ciertamente es mejor apoyarse en otros cuando se atraviesan retos. Es recomendable poner al tanto a nuestros amigos y familiares de que nos ayuden a gastar menos, a ser comprensivos si salimos menos, a buscar distracciones menos costosas.

Si se detectan los gastos regulares que se hacen, si se eliminan los gastos superfluos, si se pone un tope a cada renglón; definitivamente, se puede ir ahorrando para pagar deudas.

Tercer paso para salir de las deudas: acción

En esta etapa es vital monitorear tus avances y comportamientos. Especialmente útil es identificar las áreas donde más progresas, así como la aparición de nuevos obstáculos.

Es muy estimulante tener un diario o una herramienta digital que grafique tus esfuerzos y sacrificios diarios que completas. Son un refuerzo muy positivo, úsalos.

No obstante, hay que estar conscientes de que pueden surgir contratiempos económicos:

  • La enfermedad o accidente propios o de un familiar
  • La pérdida del empleo
  • Un ingreso adicional que se cayó
  • Un daño en la casa o en el vehículo

Si surgen estos escenarios, comuníquese con su banco y plantee la situación. Quizá puede obtener un beneficio temporal mientras recupera su condición económica anterior.

Otro elemento importante en esta etapa es la recompensa. Cada ciertos avances (el saldo de alguna de las deudas, la reducción de la mitad de una de ellas, por ejemplo), puede darse un premio de gratificación. Cuidado, que no sea muy costoso:

  • Una cena en un restaurante
  • Comprar una pieza de ropa
  • Salir fuera de la ciudad
  • Asistir a un partido deportivo

Cuarto paso para salir de las deudas: mantenimiento

Salir de un endeudamiento es motivo para celebrar, pero no para echar por la borda la disciplina construida.

Es momento de usar los nuevos hábitos, ya no para pagar compromisos crediticios, sino para ¡metas económicas! Compra de un vehículo, productos y maquinaria para emprender un negocio, un viaje, los estudios universitarios, la adquisición de una vivienda…

En tal sentido, sigue incentivando el ahorro para aportar a inversiones que puedan maximizar tu patrimonio (títulos valores, certificados de depósito, cuotas de fondos de inversión, fideicomisos, etc).

Asimismo, fortalece progresivamente tu fondo de emergencias, para que estés menos vulnerable ante un imprevisto. Incluso es oportuno fortalecer los planes de seguro (salud, vehículo y de préstamos bancarios).