Lo más usual es que el día a día nos consuma. Vivir en esa extraña sensación de estar “prestados” en nuestras propias vidas; reaccionar más que vivir. Por eso urge tomarse el tiempo para pensar. Es relevante ser estratega y saber a dónde vamos, incluyendo las metas financieras.
Sin eso en el horizonte, los ingresos (y los años) se desvanecen sin darnos estabilidad. Hay que ponerse metas. También, por cierto, hay que permanecer inspirados. ¿Aplica también cuando tengo deudas? ¡Es cuando más hay que hacerlo!
Tu primera meta deber ser, precisamente, salir de esa deuda en mora o castigada. Pero no debe ser la única.
Escribe tus metas
Poner en negro sobre blanco lo que deseas es un ejercicio estimulante. Te permite soñar, el comienzo indispensable de cualquier plan.
Lista en un papel aquello que deseas para tu presente y para cada etapa de tu vida en el futuro. Un vehículo, unas vacaciones, equipos para iniciar tu propio negocio, estudios de postgrado, el fondo de retiro. Escribe al lado de cada uno de ellos:
- Motivaciones de cada meta
- Costos
- Tiempo para conseguir el objetivo
- Porcentaje de tu ahorro que le dedicarás
Ahora bien, ¿cómo diferencias entre los anhelos superficiales de los cruciales? El indicador está en la estabilidad económica y emocional que te ofrece cada meta.
Si tienes una deuda de RD$100,000 y un vehículo con fallas, ¿es el momento para ahorrar para un viaje al extranjero? No, seguirás con la deuda, incluso puedes afrontar problemas legales por ello. Además, tu vehículo te puede dejar en medio de la nada un buen día.
Tus metas a corto plazo deben ser, en este caso, saldar la deuda e ir ahorrando para la reparación o la adquisición de un nuevo vehículo. Lo es porque has elegido tener
Salir de las deudas más rápido
Terminar con un crédito en mora o castigado no tiene porque durar toda la vida. Muchas veces por desconocimiento, no se tiene en el radar mecanismos de negociación con el banco o el acreedor.
Hoy en día es posible que los bancos o las agencias de cobranza puedan tramitar consolidaciones de deudas o refinanciamientos. Es decir, mejorar las condiciones del préstamo para facilitar su pago.
En este tipo de negociaciones también están entrando nuevos actores: las plataformas de renegociación de deuda en línea.
Se trata de sistemas que se han implementado en distintas partes del mundo. Ellos analizan la capacidad de pago de los deudores y ofrecen acuerdos de pagos ventajosos, principalmente a clientes con hábitos digitales que muestran su disciplina financiera y reorganización de sus finanzas personales.
Adicionalmente, toma en consideración que los pagos de contado te pueden permitir descuentos del monto global de la deuda. Así que contacta a tu agencia de cobranzas y consigue el beneficio que te ayude a salir más rápido de tu crédito vencido.
Dos metas financieras ¡cruciales!
Otra cosa cierta es que no se va ahorrando para una meta a la vez, sino que, superados los endeudamientos, se ahorra para varios propósitos.
Unos se consiguen primero y otros a más largo plazo. Te subrayamos las dos metas financieras que deberíamos tener todos, la del principio y la última: el fondo de emergencia y el fondo de retiro.
El primero debe ser equivalente a, mínimo, tres meses o seis meses de tus gastos corrientes. Para que cubras cualquier imprevisto.
El segundo es el que te permitirá tener más tranquilidad respecto a tus gastos en los años de vejez.
En América Latina hay vastos segmentos de la población que no cuentan con seguridad económica después de los 65 años de edad. Un estudio de la Organización Mundial del Trabajo, publicado en 2022, indica los siguientes porcentajes de población que no tenía ingreso laboral ni pensión:
- Países del Cono Sur 18,3%
- Países andinos 48%
- Centroamérica y México 54,4%
La seguridad social en los años de retiro es un tema complejo de las políticas públicas. No siempre hay soluciones que cubran a todos los ciudadanos de edad avanzada, ni todas sus necesidades. Por consiguiente, es vital hacerse de algún patrimonio para vivir sin tantos sobresaltos esa etapa de la vida.
Dicho todo lo anterior, habrás reparado en lo importante que es ahorrar para tu vejez. Pero es algo a lo que vas a ir abonando toda tu vida.
Los instrumentos de inversión (bonos de deuda, acciones, cuotas de fondos de inversión, títulos valores de entidades gubernamentales, etc) son herramientas que, por ejemplo, ayudan a que el dinero que captes gane más intereses y crezca mientras avanzas en tu vida profesional.
Lapsos y satisfacciones en las metas financieras
Quizás te preguntes: ¿en todo esto de las metas financieras hay cabida para las gratificaciones? “Los gusticos”.
Pues, es una buena pregunta, y la respuesta es que son muy importantes, pero en su justa medida.
Mientras conquistas grandes logros (vehículo, casa, estudios de postgrado, negocio propio, bienes raíces y propiedades, viajes familiares, educación de los hijos, etc.), también es válido conseguir metas que representan gustos.
La cuota de ingreso a un club, las vacaciones al extranjero, el televisor que deseas, la sala confortable que necesitas son metas pequeñas que bien planificadas te pueden entusiasmar y disciplinar con tus ahorros, inversiones y manejo económico.
Lo importante con estas gratificaciones pequeñas es:
- Cumplir los plazos de ahorro para conseguir el dinero
- Evitar el uso de la tarjeta de crédito para su adquisición
- No adquirir por capricho, sino tras planear y ahorrar con anticipación.
De modo que puedes ir dibujando tus metas financieras. Toma como modelo una pirámide.
En la base, tu fondo de emergencia, lo más rápido posible. En el tope de la pirámide, el fondo de retiro. Entre ellos vas a crear los eslabones de lo que quieres en los próximos diez años, eso que te brinde auténtica estabilidad a tu vida.
Este ejercicio te va a evidenciar también las necesidades de ingreso: cambiar de empleo, formarte mejor, iniciar un negocio, potenciar el que tienes actualmente.
Soñar, planificar y actuar en consecuencia son poderosas herramientas para concretar tus metas financieras.