Si te pidiéramos ilustrar tus pensamientos ahora mismo, posiblemente tomarías un lápiz, buscarías en tu cabeza y la traducción sería un gran garabato sobre el papel. El estrés económico y financiero o desesperación por deudas se manifiesta, entre otras cosas, por pensamientos pesimistas recurrentes como “las deudas me están matando”.
El fenómeno se trata de esa ansiedad y presión que se producen en una persona a propósito de la incertidumbre por endeudamiento los ingresos venideros, la acumulación de responsabilidades económicas y demás problemas financieros personales.
Repercusiones para la salud
Si sientes este tipo de presiones, no las desestimes. Debes cuidar de tu patrimonio más importante: tu salud. De otra forma, pese a hacer esfuerzos económicos, te seguirás diciendo: “Me siento mal porque no tengo dinero”.
Es importante resaltar las consecuencias del estrés financiero para tu salud física, mental y emocional:
- Malos hábitos: comer en exceso, abuso de sustancias tóxicas, afición por las apuestas.
- Enfermedades: dolores físicos, tensión muscular, obesidad, problemas arteriales e hipertensión, arritmia y depresión.
- Trastornos: dificultad para dormir, ataques de pánico (casos graves).
- Irritabilidad: aumenta el desgaste corporal.
- Afectación de los lazos sociales: mayor posibilidad de conflictividad con amigos y familiares, así como mayor probabilidad de aislamiento social.
- Problemas emocionales: sensación de culpa y vergüenza, afectación de la autoestima.
Si tras leer el listado de manifestaciones, consideras que estás experimentando varias de ellas;
debes cuidar de tu bienestar de inmediato.
Primeros auxilios contra el estrés financiero
La solución definitiva para este problema es crear un plan económico y cuidar de tu salud mental. Y sobre esto último hay cosas pequeñitas, para usar en el día a día, que empiezan a enrumbarte.
Hay tres prácticas sencillas para la relajación recomendadas por la especialista Elizabeth Scott:
- Ejercicios de respiración. Siéntate con comodidad, cierra los ojos, pon una mano sobre tu abdomen, inhala y deja salir el aire por los labios fruncidos (semejante al silbido). Haz de tres a diez repeticiones.
- Relajación muscular progresiva. Tensa grupos de músculos (cara, brazo, piernas, etc) por entre 5 y 10 segundos, luego descansa entre 15 y 20 segundos y se va repitiendo hasta que la zona se vaya relajando.
- Escribir. Sí, pon por escrito cómo te sientes por desesperación por las deudas, los créditos castigados o los pagos vencidos de tus préstamos. Al final cierra apuntando posibles soluciones.
Estas son estrategias de uso inmediato, y las puedes repetir varias veces al día. En especial los ejercicios musculares y respiratorios.
Cuidados afectivos y psicológicos contra el estrés financiero
Producto del agobio, es posible que te sientas desmotivado/a. Es importante que sepas que no eres el/la único/a.
Investigaciones de los últimos años demuestran, una mayor incidencia del estrés financiero. Por otro lado, una repercusión directa de este en la productividad laboral.
Así que lo primero que debe indicarte este fenómeno es que no tienes que sentirte avergonzado/a. Otros también experimentan ansiedad por su economía y también se encuentran desmotivados.
Ahora bien, ¿cómo salir de deudas inteligentemente? Las soluciones empiezan con la visión que se tenga. Por eso una de las recomendaciones entre los especialistas es ver el endeudamiento como un reto y nocomo una pena.
Enfrentar la desesperación por las deudas y salir de ellas te dejará:
- Aprendizajes financieros
- Nuevos y mejores hábitos económicos
- Descubrimiento de nuevas capacidades de resiliencia
- Renovado orgullo propio por la meta lograda
La familia
Habla con tus familiares sobre tu endeudamiento, ocultar el problema solo te añadirá más presión.
Comprométete con ellos a ahorrar, a asumir hábitos económicos más sanos, da cuenta de tus progresos y pasa tiempo con ellos en actividades divertidas.
Esto te proporcionará un respaldo importante. Asimismo, los familiares al ver la disciplina financiera se motivan más a colaborar con los planes de ahorro dentro del hogar.
Los amigos
No te aisles socialmente, esto solo aumentará los pensamientos negativos. Mientras que hablar te des-estresa, encuentras ideas nuevas y posibles soluciones.
La resolución no necesariamente vendrá por la vía del socorro monetario de los amigos. Tienes que tener cuidado con esto. Si un amigo no te puede prestar dinero para saldar tu deuda, no debes tomarlo a mal; se trata de una persona con obligaciones económicas que debe cubrir.
Pero los amigos sí te pueden ayudar escuchándote cuando dices “estoy desesperado/a debo mucho dinero”. Haciéndote compañía, haciéndote reir, dándote ideas para generar ingresos extras, estimulándote a ahorrar. Ayudándote con deberes para que gastes menos, presentándote conocidos con los que podrías conseguir un nuevo y mejor empleo, etc.
Distráete
Posiblemente vas a estar muy enfocado/a en generar dinero para recuperarte de tus deudas y la desesperación por las deudas. Pero al paso, tan necesario es eso como el descanso.
Dedica lapsos recurrentes a tus hobbies, a pasear por espacios abiertos, a divertirte con tu familia sin gastar mucho dinero, a pasar veladas con los amigos charlando, a ver películas graciosas…
Todo ello te irá dando un merecido y necesario balance frente los esfuerzos que implicará tu plan de recuperación económica: ahorro, reducción de gastos, más empeño en el trabajo, venta de algunos bienes o propiedades, etc.
Para saber cómo crear ese plan económico de salida de endeudamiento, puedes revisar este artículo.
Salir más rápido del endeudamiento
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