Son distintos los escenarios de los clientes en mora. Lo son las causas, los montos, el presente financiero, los instrumentos crediticios. No obstante, todos tienen en común algo: el deseo de salir velozmente de ese compromiso para retomar su crecimiento económico. Te presentamos las mejores alternativas para salir rápidamente de ese impago. Distintos escenarios prácticos para pagar tus deudas.
Pago de contado
Los bancos no desean que las morosidades se prolonguen por mucho tiempo. Muchos créditos sin pagar se traducen para ellos en números rojos. Esto puede reflejar un mal manejo, y tener sanciones o llamados de atención de los organismos económicos nacionales.
Por eso a los bancos les interesa recuperar su dinero. También están dispuestos a negociar o dar descuentos respecto del monto general de la deuda. Esto es una ayuda a que el cliente salde rápidamente el crédito.
Así que la mejor manera de salir de un viejo endeudamiento es pagar tus deudas en un solo desembolso. Puedes comunicarte con tu banco y entablar una negociación. Si te resulta engorroso, recurre a la agencia de cobranzas designada para tu caso.
A esta última puedes explicarle tu deseo de llegar a un acuerdo de pago. Ella, la agencia, servirá de puente para llevar tu mensaje y, a la vez, negociar un trato que satisfaga a ambas partes.
Además de una oferta inicial, también puedes ofrecer información sobre cómo has mejorado tu disciplina financiera. Este orden que has puesto en tus ahorros y en el manejo de tu economía familiar.
¿Para qué? Pues, estos datos adicionales pueden ser útiles para que la entidad bancaria decida, además de darte una rebaja, conservarte en el futuro próximo como cliente.
En ese sentido, da el primer paso y saca una tarjeta de crédito que tenga como base un certificado de depósito de igual monto.
Maneja sabiamente ese crédito, y será como una nueva carta de presentación. Una prueba de que has aprendido a controlar tus finanzas.
Por cierto, ese buen manejo que tengas de este instrumento será visible (y apreciado) por el resto de las organizaciones bancarias a través de los burós de crédito.
Pago en pocas cuotas
Quizá no cuentas con todo el dinero en la actualidad para saldar por completo la deuda en mora. Pero puedes negociar para pagar tus deudas con pocas cuotas. Generalmente de tres a cinco.
Puedes, nuevamente, hacer una negociación con tu banco. Pero también puedes recurrir a un refinanciamiento.
Se trata de bancos que dan préstamos para cancelar deudas de tu acreedor original. Posteriormente abre un nuevo crédito con el nuevo banco.
Es con él con el que pagarías esas pocas cuotas, generalmente con una tasa de interés más ventajosa que tu primer banco acreedor.
Para este tipo de mecanismos también puedes recurrir a la agencia de cobranzas. Ella podrá ubicar por ti (con más rapidez) una institución que esté interesada en refinanciarte.
Este tipo de mecanismo es particularmente útil cuando lo programas con ingresos especiales previstos: doble sueldo, bonificaciones, venta de algún bien o propiedad, pago de algún trabajo adicional, etc.
Comodín: la consolidación
Cuando tienes varias deudas a la vez, sobre todo con tarjetas de crédito, es posible que una consolidación te pueda ayudar.
Con ella aglutinas todas tus deudas en un nuevo crédito, usualmente con una tasa de interés más baja.
Pero el detalle está en cerciorarse de que el plazo del nuevo crédito no sea muy largo; pues, en ese caso terminas pagando un crédito más caro.
Ya cuentas con al menos tres alternativas para agilizar el pago de tus créditos bancarios pendientes. Ahora solo da tu próximo paso.