Sí es posible. Alrededor del mundo, personas y familias se han comprometido con la reducción de gastos y el ahorro para saldar sus deudas.
Lo primero que debes hacer es tener claro el monto de tu(s) deuda(s). Igualmente tener claros los intereses y la cantidad total de tus ingresos.
Solo así podrás saber cuánto puedes destinar al pago de deuda y, sobre todo, la cantidad de recortes para llegar al monto satisfactorio.
Recuerda también que el pago mínimo de las deudas no te brindará mucha estabilidad a mediano plazo. Los intereses seguirán aumentando tu deuda.
La idea de un recorte de gastos es conseguir, cuando no un pago total de lo adeudado, al menos el dinero para saldar la mora en unas pocas cuotas.
Recortar dentro de los gastos esenciales
La salud, la vivienda, la alimentación, la educación y el transporte son las áreas prioritarias de los gastos personales y familiares. ¿Se puede recortar algo de ellos? Se pueden hacer algunos ajustes, y con ello se suma para la causa.
En el caso de la salud, se puede reducir algo si se adquieren medicamentos genéricos. Esto solo procede si se cuenta con la autorización de su médico tratante. De lo contrario, no lo haga.
En el caso de los seguros, no vale la pena reducir gastos. Si no tienes un fondo de emergencia robusto, ya te encuentras en un estado de vulnerabilidad. Prescindir de un seguro o incluso reducir la cobertura solo te hace más vulnerable.
La vivienda. En caso de endeudamientos severos, sería recomendable sacar las cuentas y probar mudarte a un lugar más económico.
Otra alternativa es rentar una habitación o conseguir roommate para con ello reducir los costos de arrendamiento, hipoteca o cuotas de la vivienda.
Alimentación. Es posible reducir costos, primero, evitando comer en la calle y, segundo, haciendo una compra de lo esencial. Para ello es importante aprovechar los descuentos, las compras al mayor de productos de mucho consumo y cambiar hacia marcas menos costosas.
Educación. Cuando se trata de la educación de los hijos, es importante hacer los esfuerzos necesarios por no afectarla. Una de las cosas en las que se debe pensar con los excesivos endeudamientos es cómo los impagos pueden afectar la calidad de vida de ellos.
Si nos referimos a la educación universitaria de jóvenes y adultos, aunque no deseable. Podría ser viable parar un período y dedicar un tiempo a la obtención de recursos adicionales.
Respecto al transporte, es recomendable usar los medios públicos, al menos unos cuantos días a la semana para reducir el gasto en combustible.
En los gastos por entretenimiento
Es importante que saques una cuenta, puede ser a través de tus estados de cuenta, de cuánto dinero has gastado en entretenimiento y distracción en los dos últimos meses.
Eso te permitirá saber cuánto gasta y en qué. Con ello sabrás si puedes destinar una pequeña cuota al entretenimiento o si por unos meses debes eliminarla por completo.
En esta categoría entran las comidas en restaurantes, espectáculos, cine, viajes de fin de semana, servicios de streaming y similares.
Adopta formas de entretenerte menos onerosas, quizá cambiar el cine por un solo servicio de películas y series por streaming.
Sobre esto último, evalúa las suscripciones que tienes y si todas realmente son indispensables.
Por esta vía es mucho lo que se puede recortar. Y no quiere decir que dejes de entretenerte; puedes ir a conciertos gratuitos, paseos a parques y espacios abiertos, cenas en casa con tu pareja o amigos.
Recuerda que también puedes recurrir a los agentes de las agencias de cobranzas. Ellos cuentan con conocimientos sobre presupuestos, planes de ahorros y pasos para reconducir tus finanzas personales, de modo que cuentes con más recursos para liquidar más rápidamente tus deudas.
Importante: frena los endeudamientos compulsivos con las tarjetas de crédito. En caso contrario, no podrás salir del círculo vicioso. Si es necesario, destruye las tarjetas para no caer en la tentación de usarlas.