Consejos para sobrellevar financieramente el comienzo de año

Consejos para sobrellevar financieramente el comienzo de año

El comienzo del año suele ser un poco difícil económicamente, no por nada se hacen chistes como los días 65, 72 u 83 de enero. Se tiene esa sensación de andar sobre una llanura desértica, donde no hay liquidez monetaria por ningún lado. Pero la mejor forma de que ese “desierto” no se extienda a todo el año es poniendo orden. 

Te dejamos algunos consejos para que puedas transitar y despegar en ese sentido.

Identifica y mide los gastos

Si seguimos con la misma analogía, bien que nos convendría tener un mapa, ¿no? En este caso estará representado por una hoja de gastos. 

Allí anotaremos nuestros gastos corrientes, es decir, lo que es infaltable en términos de alimentación, transporte, educación, salud, servicios, entretenimiento y, muy importante, pago de deudas. 

En caso de no tener un fondo de emergencia, sería deseable tener un monto pequeño para pequeños imprevistos, por ejemplo: una consulta médica, un medicamento, un gasto no previsto para la escuela de los hijos, etcétera. 

Para calcular cuánto gastas en cada rubro, te recomendamos que veas tus registros bancarios de los últimos tres meses. Si no cuentas con esa información, haz un estimado; pero desde ya comienza a usar una app para registrar tus gastos, así tendrás una mayor exactitud. 

Con esos gastos ya establecidos procederás a establecer dónde vas a reducir gastos y a fijar un presupuesto mensual

Puedes establecer estrategias como usar productos de otras marcas o genéricos, cancelar suscripciones, restringir las salidas, limitar temporalmente los gastos en ropa, accesorios o hobbies, entre otras prácticas.

La idea es lograr que no termines gastando más de lo que te ingresa por quincena o mensualmente. El otro propósito es que puedas ir liquidando tus compromisos crediticios..

Sal de las deudas

Uno de los factores que puede agregar más inestabilidad financiera al comienzo de tu año son las deudas bancarias, en especial cuando hablamos de sobreendeudamiento. 

En ese sentido, hay que recordar que la literatura relacionada suele recomendar que —en condiciones normales— no se debería gastar más del 30% al pago de préstamos bancarios. 

Ahora bien, cuando hay un sobreendeudamiento, no hay más remedio que destinar más (o mucho más) de ese porcentaje recomendado inicialmente. 

Por ello te convendrá, aún más, hacer los ajustes en los gastos que vimos hace poco. A ello conviene sumar dos recomendaciones: negociar con tu entidad bancaria y comenzar a pagar el préstamo con la tasa de interés más alta, especialmente los relacionados con tarjetas de crédito

Negocia tu deuda 

Puedes acercarte a tu banco, o hacerlo por medio de la agencia de cobranza, y pedir la reestructuración de tu crédito. 

Esto significa tratar de conseguir una nueva condición (más flexible) que te ayude a mejorar tus condiciones de pago y, por tanto, cumplir cabalmente con ese compromiso. 

Los bancos pudieran ofrecer algún ajuste temporal en las cuotas, extender el lapso del préstamo, otorgarte otra tasa de interés, consolidar tus deudas  (generalmente cuando no has incurrido en mora todavía), entre otras posibilidades. 

Planifica tus gastos grandes

Puedes aprovechar astutamente las temporadas de descuento, sobre todo de fin de año para hacer compras grandes, como puede ser el caso de los electrodomésticos. 

En esos momentos se suelen hacer descuentos con tarjetas de créditos u otros productos crediticios. Para sacar provecho de ello, lo ideal es ir ahorrando una buena parte de su precio, de manera que, llegado el momento, puedas aprovechar realmente el descuento y no tengas que pagar intereses. 

Ahorra… y vuelve a ahorrar 

Un estudio realizado en Chile[1] con personas de bajos recursos y participantes en programas sociales determinó que, incluso en situación de pobreza, es posible tener nociones de ahorro y, más aún, implementar estrategias de ahorro. 

Las personas participantes en el estudio identificaron como el gran obstáculo para el ahorro la inestabilidad laboral. De lo que se concluye que el tener un empleo fijo, aunque a veces se perciba insuficiente, sí es en realidad un respaldo importantísimo. 

Hay estrategias que pueden parecer “infantiles” pero que realmente son una ayuda en contextos de pobreza, a saber: juntar la devuelta o el cambio de compras, tener una alcancía, reducir gastos diarios, reutilizar elementos que ya se tienen y aprovechar los ingresos de “trabajitos extras”. 

Para una persona con ingresos ordinarios y con acceso a instrumentos financieros es posible, entonces, ahorrar. La clave está en sacar las cuentas, como decíamos al principio, y en sacar a flote la constancia y la disciplina. Esta en tus manos que el año traiga menos preocupaciones financieras, en estos primeros meses la planificación es clave.


[1] Jaramillo, A., & Daher, M. (2015). «El ahorro como estrategia de intervención social para la superación de la pobreza: estudio cualitativo sobre experiencias de ahorro de personas chilenas». Universitas Psychologica, 14(4), 1269-1284. http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.up14-4. aeis