Luego de perder un considerable patrimonio, el empresario Harv Eker logró poner orden en sus finanzas y recuperar su capital.
Eker es un hombre de negocios canadiense que creó tiendas de deporte en Estados Unidos. Posteriormente las convirtió en franquicias. Lo que parecía un paso sólido para acrecentar su fortuna no derivó, sin embargo, en ese desenlace. El norteamericano perdió su dinero. ¿Por qué? Por mala administración.
Es un ejemplo de que se puede tener talento para los negocios, pero no necesariamente para mantener las ganancias. Empero su historia tiene, como en muchas obras de teatro, un tercer acto. El businessman logró ordenar sus finanzas y volver a tener un patrimonio sólido.
Es el autor del libro Los secretos de la mente millonaria, recopila prácticas exitosas de personas acaudaladas con el dinero. Durante su temporada de vacas flacas, el empresario puso en práctica un estricto sistema para repartir sus ingresos ordinarios.
Método Harv Eker
Lo que funcionó para este hombre fue separar la mitad de sus ingresos para un fin, luego, con la otra mitad, hacer varias partidas pequeñas para fines muy puntuales. Veamos:
50% del ingreso
Se destina a los ingresos corrientes. Esto abarca los desembolsos indispensables: vivienda, alimentación, gastos rutinarios de salud (medicinas y seguro), transporte, servicios básicos, entre otros.
10% para el ahorro
Se trata de un porcentaje mínimo deseable cuando se comienza a poner orden en las finanzas. Está orientado a crear un fondo que te respalde en temas como imprevistos y adquisiciones de importancia en el futuro.
10% para la inversión
No es lo mismo que el rubro anterior, que es un dinero que debe estar al alcance ante una hipotética eventualidad.
Es un “guardado” que está en una cuenta de ahorro, a lo sumo generando muy pocos intereses. En cambio, el 10% de inversión debe estar puesto en instrumentos que generen más rentabilidad. Certificados de depósito, fondos de inversión, bonos de deuda o productos hechos a la medida en puestos de bolsa.
10% en formación
Puede tratarse de cursos, diplomados, libros, charlas, etcétera que permitan desarrollar tus conocimientos, habilidades y capacidades. Especialmente dirigido a capacidades que puedas rentabilizar, bien sea a través de una actividad independiente o haciéndote un empleado más hábil en tu trabajo actual.
10% para el ocio
Para algunos puede parecer un porcentaje pequeño. No obstante, cuando una persona está empezando con su recuperación económica es útil no derrochar en este rubro.
10% en donativos
Luego de recuperarse económicamente, Eker se ha dedicado a dar conferencias sobre el manejo financiero. Tiene varias teorías sobre la materia, y una de ella es que pensar en la riqueza como un medio para ayudar a los demás puede ser un estímulo para generar y gestionar más dinero.
Método aplicado al pago de deudas
Cuando se trata de salir de endeudamientos, el método Harv Eker puede ser de ayuda para separar gastos.
En primera instancia, el 10% dedicado a la inversión puede ser el que se destine al pago de deudas. Sobre todo, cuando se trata de morosidades pequeñas, como puede ser el retraso en una tarjeta de crédito de límite bajo.
Ahora bien, hay escenarios de sobreendeudamiento, donde los montos rebasan los ingresos o se está en mora con distintos préstamos.
En ese caso, se puede hacer una adaptación del método Harv Eker y destinar 30% al pago de deuda, mantener 10% de ocio y 10% para ayudar a otros o para educarse.
Consolidación de deudas
Aunado a esta alternativa, se puede recurrir a una consolidación de deudas, lo que llevaría varios préstamos a uno solo, que se pagaría en cuotas más bajas que lo que se desembolsa mensualmente por todos de manera individual.
Recuerda que los bancos suelen ofrecer la consolidación cuando aún no se ha caído en impago o es muy reciente. Puedes indagar con tu organización financiera y buscar cuál acuerdo de pago. También puedes consultar descuentos, abono en cuota, garantía prendaria, etc.) te pueden ofrecer.
Si no te sientes seguro/a negociando con la entidad bancaria, puedes pedirle a la agencia de cobranza que lo haga por ti. Su personal tiene más experiencia que tú en el mercado bancario dominicano; saben de las capacidades y los límites de negociación de cada entidad. Si en tu caso tu préstamo fue vendido por el banco, consulta si el nuevo acreedor tiene la alternativa de refinanciamiento. Esta permitiría, bajo contrato, cerrar el endeudamiento actual (con el consecuente reflejo en los burós de crédito) y abrir uno nuevo en condiciones más flexibles que una entidad bancaria. Consulta, no te cierres las puertas tú mismo/a a las soluciones a tus problemas de deudas.