La hipoteca suele ser el préstamo más elevado dentro de los hogares, por ende el que más cuidado necesita. ¿Pero qué pasa si caes en mora con tu hipoteca? Los peligros son muchos. Así que lo más importante es comunicarte con tu banco, y evitar que el impago aumente y aumente.
Bien se trate de eventualidades (accidentes, pérdida del empleo, gastos médicos, reparaciones inesperadas, etc.), o bien de mal manejo económico (endeudamiento excesivo, falta de ahorros, gastos innecesarios, etc.), lo importante es que pongas en marcha un plan urgente de reconducción de gastos, mientras a la par negocias con tu entidad financiera.
Comunícate y negocia
Si tu deuda se debió a imprevistos que escaparon de tus manos, comunícate con tu banco, expón tu caso y consulta si te pueden dar estar ventajas:
- Monto menos elevados de las cuotas (por un tiempo breve establecido).
- Una tasa de interés más flexible de manera temporal.
- Pago de contado de lo adeudado a condición de que se dé una rebaja.
- Un plan de pago de pocas cuotas para el monto adeudado hasta el momento.
Debes actuar con rapidez y así evitar que la morosidad aumente. Además, una comunicación a tiempo es bien vista por el banco, ya que indica que estás actuando con seriedad. Y más importante todavía es que cumplas con el plan de pago; se evidenciará tu compromiso y responsabilidad.
Si has tenido un mal manejo económico, lo primero es poner orden en las finanzas:
- Reducir gastos.
- Implementar plan de ahorro.
- Dejar de utilizar las tarjetas de créditos para gastos superfluos.
- Abstenerse de ir a donde sueles gastar de manera desproporcionada (centros comerciales, restaurantes, etc.).
- Ser puntual en el pago de los servicios esenciales (educación, electricidad, telefonía, etc.).
Cuando des los primeros pasos hacia el saneamiento de tu economía, puedes presentarte ante el banco para negociar e informar de todas las acciones positivas que estás efectuando. Esto te dará credibilidad con la sociedad financiera.
Por ejemplo, puedes demostrar por tus movimientos bancarios (gastos y ahorro), transacciones con las tarjetas de crédito, facturas de servicios o emprendimientos temporales que has cambiado tu comportamiento.
No sé negociar con mi banco
Tranquilo, tranquila. Si te resulta difícil entender los términos financieros, así como los elementos legales, puedes recurrir a un intermediario.
Nos referimos a los agentes de cobranza profesionales. Ellos han recibido el entrenamiento necesario para asesorar a los clientes en mora con lo siguiente:
- Recomendaciones para planes de ahorro.
- Creación de presupuesto familiar y personal.
- Explicación de los elementos de las deudas.
- Negociación entre el banco y el usuario.
Aunque la mayoría del público lo desconozca, la verdad es que las empresas de cobranza hacen más que solo reclamar el dinero.
También buscan soluciones consensuadas entre las partes. Esta labor de intermediarios la ejecutan los agentes de Templaris, ellos pueden aconsejar y traducir los conceptos financieros más complejos.
¿Qué pasa si me retraso con mi hipoteca?
Los contratos de las hipotecas suelen ser severos. Para empezar, algunas entidades bancarias estipulan revisiones periódicas de las tasas de interés.
Bien sea a propósito de ajustes que plantean las autoridades monetarias, bien sea porque buscan adecuarse a las fluctuaciones del mercado, como la inflación.
Esto supone que el cliente debe adecuarse a los nuevos pagos. Por cierto, los aumentos también pueden incluir las comisiones y las primas de seguro.
No saldar los nuevos montos (de cuotas, intereses, comisiones y seguro), significa morosidad.
A esto se le suma la acumulación de deuda, que para el caso de las hipotecas también suele ser severa.
Después de un lapso de morosidad —6, 12 o 18 meses—, los bancos suelen tomar los interés y comisiones no pagados y los capitalizan. Con ello generan nuevos intereses y nuevas comisiones que el cliente debe pagar. Traducción: una deuda mayor.
Si el incumplimiento se extiende y el cliente cae en legal, pues, los gastos en abogados del banco deben ser costeados por el contratante de la hipoteca.
Cobrar la garantía
Si se debe hacer cumplir la garantía (entregar la casa al banco), la entidad financiera, generalmente, no indemnizará por construcciones, remodelaciones o ampliaciones hechas. Traducción: dinero perdido.
Algunos contratos estipulan incluso que si el inmueble pierde valor con el paso del tiempo, el banco podría exigir al cliente que aporte más dinero para equiparar el valor de lo que desembolsó para la hipoteca.
De todo esto se tiene un aprendizaje claro: no vale la pena retrasarse con este tipo de préstamos. Debe ser una prioridad en la economía familiar.
Y en caso de comenzar a caer en mora, hay que comunicarse de inmediato con el banco o con el agente de cobranza para que sirva de mediador. De esa manera se puede llegar a un acuerdo que evite montos muy elevados por morosidad.