Cómo me ocupo de mi independencia económica como mujer

Cómo me ocupo de mi independencia económica como mujer

Aumento de la autoestima, seguridad física y emocional, capacidad de decisión y desarrollo económico. Estos beneficios son algunos de los más importantes que brinda la independencia económica a las mujeres.

Este término se refiere a la capacidad que tiene una mujer de recibir una remuneración por su trabajo, de preferencia en el sector formal de la economía y con las protecciones de la seguridad social.

¿Qué es lo contrario de esto? Las mujeres que no poseen trabajo y su manutención corresponden a otra persona, generalmente su pareja. También se considera dependientes a las mujeres que se encargan de las labores del hogar, pero no reciben ninguna remuneración por ello.

La violencia económica

El tema de la dependencia es cada vez más relevante por el vínculo estrecho que tiene con peligros serios, el más serio de ellos: la violencia. Desde la física hasta la psicológica.

Estudios del Ministerio de la Mujer de la República Dominicana indican que 8 de cada 10 usuarias atendidas por violencia, en 2019, fue agredida por su pareja o expareja.

Hay que recordar que existe también la violencia económica, que se refiere a impedir a la mujer el acceso a recursos financieros como una forma de imposición, chantaje, control o maltrato contra ella. Lo que en resumidas cuentas limita su libertad y puede obligar a seguir en la relación, aunque no sea su deseo.

La violencia económica no siempre viene sola, también se puede acompañar de daños físicos, psicológicos o sexuales. Una mezcla encaminada a dañar la integridad de la mujer.

Importancia de la independencia económica

Que la mujer tenga acceso a empleos remunerados, así como a más educación, es de relevancia mundial.

Estudios de las Naciones Unidas y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indican que cuando “el número de mujeres ocupadas aumenta, las economías crecen”.

Ahora bien, en términos personales, la independencia económica también tiene hondas repercusiones positivas:

  • Menos posibilidades de ser presionada por la pareja.
  • Mayor capacidad de acción en la vida de pareja, familiar y social.
  • Mayor satisfacción personal y autoestima.
  • Mayores posibilidades de educarse.
  • Estabilidad financiera que la libere de depender de otros, incluyendo a la pareja.
  • Patrones de gastos que benefician a las hijas e hijos.
  • Mayor capacidad de establecerse metas financieras y lograrlas.
  • Más capacidad de ahorrar y protegerse para la época de la vejez o retiro.

Una mujer con ingresos y, sobre todo, una planificación económica puede llevar una vida con menos injusticias y más satisfacciones.

Pasos para alcanzar la independencia económica

La educación es crucial para acceder a más y mejores empleos. Si en edad adulta no se cuenta con mucha escolarización, es posible pautarse esa meta y mejorar así los niveles de ingreso y de satisfacción personal.

No hay edad límite para aprender y para querer una mejor versión de sí misma. El momento perfecto ¡es ahora!

Otro elemento de gran valor para la independencia es la bancarización. Poseer una cuenta bancaria permite ahorrar, mejora el manejo de las finanzas y, muy importante, es el paso previo para acceder a los créditos.

Los préstamos bancarios son importantes porque ayudan a las mujeres a financiar elementos para su crecimiento:

  • Estudios universitarios.
  • Insumos y materiales para la educación.
  • Equipos para trabajar.
  • Adquisición de vehículos.
  • Adquisición de insumos para emprendimientos.
  • Costear los gastos propios de las primeras fases de un negocio.
  • Compra de inmuebles y propiedades.

Los créditos bancarios (personales, tarjetas crediticias, hipotecarios, etc.) ayudan a que las mujeres se tracen metas financieras, es decir, aquellas que cubran su seguridad y su crecimiento.

Mantener un crédito, no obstante, requiere de responsabilidad. A continuación, algunas recomendaciones:

  • Pagar a tiempo.
  • Evitar solo hacer el pago mínimo de la tarjeta.
  • Destinar no más del 30% de los ingresos al pago de deuda.
  • Tratar de no gastar en un solo mes más del 50% del límite de una tarjeta de crédito.
  • Adquirir con préstamos elementos que puedan generar ganancia (equipos para trabajar, estudios, insumos y afines).

Además del acceso al crédito, es importante que todo usuario del sistema bancario se eduque financieramente.

Ayuda para lograr la independencia financiera

Lo primero que hay que decir es que, si estás viviendo violencia económica o de otro tipo, eso no es normal ni justificable. Se trata de una injusticia y, por tanto, la ley te ampara en tu derecho a una vida libre de violencia.

Para hacer frente a una situación como esta, cuentas con organismos que brindan ayuda confidencial y eficaz:

  • Línea de asistencia legal y psicológica del Ministerio de la Mujer: 809-685-3755.
  • Línea de atención del Ministerio de la Mujer: *212.
  • Línea Vida del Poder Judicial: 809-200-1202.
  • También se puede conseguir ayuda a través del 911.

Por otra parte, dentro del sector público y privado (incluyendo bancos) hay programas gratuitos de estímulo a las emprendedoras.

En ese sentido, comunícate con tu banco y pregunta si tienen disponible estas opciones. Si no posees una cuenta bancaria todavía, ¡ábrela!

Afortunadamente, en los últimos años los bancos se han hecho más flexibles y piden muy pocos requisitos. A veces tan solo cédula de identidad y una pequeña cantidad. Algunos incluso hoy permiten abrir una cuenta totalmente desde internet. Considera estas herramientas, así como mecanismos de ahorro e inversión. Hoy puede ser el día del despegue de tus finanzas, ¡toma el control!