Cómo distribuir mi dinero con el método de los seis jarrones

Cómo distribuir mi dinero con el método de los seis jarrones

Se trata de un método para el ahorro y la sana distribución de los ingresos. Tiene mucho tiempo de creado y es muy eficiente. Resulta muy útil para reconstruir las finanzas cuando se está en vías de salir de una deuda en mora

También es muy práctico cuando se dan los primeros pasos en la independencia económica, cuando se comienza una vida en pareja o familiar, o cuando se decide a prepararse para el retiro laboral.

El método de los seis jarrones consiste en distribuir los ingresos mensuales en seis grandes rubros o propósitos, entre ellos el ahorro y la inversión. El objetivo es no excedernos en alguno de nuestros gastos (sobre todo el de entretenimiento) y no poner en riesgo nuestra estabilidad financiera. 

Distribución del dinero mensual con los seis jarrones 

Si bien surgió para separar el dinero físicamente en contenedores o sobre, hoy podemos usar cuentas bancarias, instrumentos de ahorro o inversión, billeteras electrónicas y muchas herramientas más que hacen más práctica, y segura, la repartición de la liquidez.

Gastos corrientes: 55%

Se refiere a nuestros gastos habituales e indispensables en el mes, a saber: vivienda, alimentación, transporte, educación y salud.

Incluso es deseable que dentro de ese monto haya un pequeño margen para pequeños imprevistos. En esta clase están: gastos adicionales para la escuela de los niños, medicinas, entre otros.

Respecto al “jarrón”, este dinero debería estar en tu cuenta bancaria de uso corriente. Sería recomendable que no estén tus ahorros en la misma. 

En este artículo puedes conseguir ayuda para hacer un presupuesto familiar

Ahorro: 10%

Es lo mínimo deseable que se debe dedicar al ahorro mensual, la mayoría de los expertos financieros coinciden en ello.

Ahora bien, ¿para qué se ahorra este 10%? Lo primero que se debe construir en este sentido es un fondo de emergencia. Debe equivaler a entre tres y seis meses de tus gastos ordinarios mensuales. 

Se usa en caso de quedar desempleado o de presentarse un imprevisto mayor como emergencias de salud, reparaciones mayores, reposición de equipos de primera necesidad y temas similares. 

Si ya has consolidado tu fondo de emergencia, puedes reservar el 10% a metas de mediano plazo: vacaciones, compra de electrodomésticos, equipos de computación, fines educativos, entre otros. 

Es recomendable que sean gastos que puedan hacer a la vuelta de un año. Adicionalmente, puedes programarte para hacer la compra en las épocas de rebajas (Día de las Madres, Día del Padre, Black Friday o Navidad). 

Llegado ese momento puedes usar tu tarjeta de crédito para aprovechar atractivos, como cashback o porcentajes de descuentos, y luego pagar el consumo completo, con lo cual podrías adquirir lo que deseabas a un costo menor del planificado, y, muy importante, mantener un buen score crediticio, porque vas a pagar el consumo completo. 

Respecto al tipo de instrumento para ahorrar, te dejamos unas pistas en este artículo.

Entretenimiento: 10% 

No hay mucho misterio con esto, se trata de que no te excedas del 10% de tu sueldo en actividades recreativas, como restaurantes, paseos, discotecas, etc. 

Significa, no obstante, un gran trabajo de autodisciplina, pues, es muy fácil dejarse llevar por lo que da placer. 

Así que el reto principal es el autocontrol. En ese sentido, puede ayudar tener este dinero en una cuenta bancaria aparte, de manera que no afecte tan fácilmente el resto de tu presupuesto. 

Educación: 10%

Hay que tomar esa proporción de los ingresos para asegurar la educación propia o la de los hijos. Se trata de ir ahorrando previamente para el próximo año escolar o el próximo periodo universitario. 

Si se cuenta con más tiempo, puede ser un ahorro completo; es decir, para pagar la totalidad de un postgrado, por ejemplo. 

Inversión: 10% 

“Pero si ya destiné 10% al ahorro, ¿no es lo mismo?”, tal vez te hagas esta pregunta. Pero la verdad es que la inversión y el ahorro no es lo mismo. 

La inversión recurre a instrumentos financieros que dan más rentabilidad (cuotas de fondos, productos estructurados, acciones, bonos de deudas, etc). 

Su uso es para conseguir metas financieras a largo plazo, que en América Latina suele ser desde cinco años en adelante, aunque en otros países estas metas tienen un horizonte de 20 años. 

Es el mecanismo para conseguir metas más ambiciosas: vivienda, negocios propios, el retiro laboral, entre otros. 

Donaciones: 5%

¿Es necesario que done o aporte dinero para causas, familiares o amigos? Este 5% de tus ingresos puede convertirse en tu colaboración muy personal para ayudar a otros todos los meses. 

Aunque quizás conscientemente no tengas este propósito o te lo has trazado tan explícitamente, lo más seguro es que ya lo hagas regularmente. 

Se trata de razones socioculturales de América Latina, como bien lo explica el informe Ahorrar para desarrollarse, del Banco Interamericano de Desarrollo. 

Dada la importancia que tiene la familia extendida, en la práctica se generan muchas transacciones económicas de apoyo o soporte: “A pesar  de  los  beneficios  que  pueden  ofrecer  las amplias redes de familia y amigos, estas también representan un costo en  términos  de  tiempo  y  recursos  y,  eventualmente,  también  imponen demandas  sobre  su stock de  ahorros.  Estas demandas son  particularmente altas en América Latina, donde las transferencias privadas entre los  hogares  representan,  en  promedio,  un  36%  del  ingreso  laboral  per cápita”. En ese sentido, destinar un 5% de tus ingresos mensuales a estos apoyos es muy probable que signifique la regularización y organización de algo que ya estás haciendo.