“Buenas, ¿hablo con el señor o la señora…?”. “Sí, soy yo”. “Mucho gusto. Le habla Enrique, de la agencia de cobros, esta llamada es porque tenemos registrada una deuda suya…”.
Luego de esas palabras es posible que tu concentración se altere, que dejes de prestar atención, que recuerdes esa deuda pendiente y te enfoques en salir lo más pronto posible de esa persona que te quiere cobrar.
Pero no es lo más recomendable. Los servicios de recuperación de deuda han cambiado mucho en los últimos años, su enfoque se ha orientado ahora a la búsqueda de soluciones y dejar a un lado la confrontación.
Y ese enfoque obedece a que la práctica ha demostrado que la negociación es el mejor camino. Si se le ofrece al cliente un trato respetuoso, se le escucha con empatía y se le proponen oportunidades flexibles de pago; pues, aumenta (y por mucho) las posibilidades de pago de las deudas.
Así que sigue estas instrucciones: inhala y exhala. ¿Listo(a)? Vamos una vez más: inhala y exhala. ¿Listo(a)? Ahora sí, con más serenidad lee este artículo porque sí hay soluciones para los endeudamientos. Y el primer paso es un cambio de actitud hacia uno más receptivo.
Escucha con serenidad
Presta atención al agente de cobro con mucha serenidad y atención, después de todo te está suministrando información de gran importancia para ti.
Escucha con atención de parte de qué acreedor te está llamando, cuál es el monto de la deuda, cuál es el plazo para el pago. Corrobora que la información que te indican es la misma que tienes sobre tu endeudamiento.
Si es correcta, responde con honestidad al agente de cobros. Si hay errores, debes proceder a advertirlo. Por ejemplo, si el monto es más elevado de lo que te habían informado, si el producto bancario no es el mismo, incluso si te indica un nombre de acreedor que no es el tuyo.
En este último caso, puede ser que tu prestatario inicial vendió tu deuda a otro, y esa es información trascendental para ti. ¿Ves porque es importante escuchar con atención en lugar de simplemente trancar la llamada?
Habla de manera respetuosa
Del otro lado de la línea telefónica está una persona que está cumpliendo con un trabajo, atacarla no resolverá tu endeudamiento; al contrario, te cierras la posibilidad de que ese profesional te ofrezca soluciones a tu deuda en mora o castigada.
Recuerda que es una persona con experiencia en este oficio y, generalmente, conoce las posibles ventajas que te podría ofrecer el banco, comercio o prestador de servicio para que pagues tu endeudamiento en condiciones más flexibles.
Así que respóndele con serenidad, con respeto y con información objetiva, esta es clave para buscar la solución a tus problemas.
Si el agente de cobro te pregunta por tus fuentes de ingreso, tus hábitos de consumo, otros créditos o préstamos; no te sientas ofendido(a). Puedes indicarle la información esencial sobre estos aspectos.
¿Por qué? Porque el especialista en cobro podría elaborar un plan de pago que se ajuste a tus posibilidades reales.
Negocia
Explora con el profesional de la agencia de cobro de deudas que alternativas de pago tienes. Quédate con la siguiente idea clave:
● Las entidades financieras, comercios, proveedores y prestadores de servicios siempre van a preferir perder un poco de la deuda que perder todo el monto completo.
Tiene sentido, ¿cierto? Ahora lee esto que tiene todavía más sentido: todos ellos prefieren que limpies tu deuda y ¡seguir haciendo negocio contigo!
Entre otras razones porque conseguir un nuevo cliente desde cero es más caro que mantener uno actual. Para ser preciso es siete veces más caro. ¿Ves por qué no tienes todas las de perder como creías originalmente?
Pregunta, entonces, por los beneficios posibles, dentro de ellos podrías conseguir modalidades como las siguientes:
● Descuento atractivo para el pago en un solo desembolso
● Plan de pago en dos o tres cuotas
● Plan de pago a largo plazo con ajuste en las tasas de interés
● Posibilidad de tomar una garantía
● Refinanciamiento de deuda (por el acreedor u otro ente financiero)
Incluso hay organizaciones que aceptan recibir lo que se llama el “pago de buena fe”, esto es una suerte de pago mínimo en función de tu disponibilidad de liquidez. Posteriormente, se van haciendo otros compromisos de pago.
Llega a un acuerdo
Lo ideal es que cierres la llamada con un acuerdo, pequeño o grande, pero que te deje un beneficio o facilidad para pagar tu endeudamiento o comenzar a pagarlo.
Esto ya te va dando una mejor imagen ante tu acreedor, ayudará a bajar la presión y comenzarás a planear tu economía con más orden.
Ya lo sabes: no tranques la llamada. Escucha, responde con serenidad y respeto y, sobre todo, ¡negocia! El comienzo de la recuperación de tus finanzas personales, familiares o de tu negocio podría estar en esa llamada.